Cálculos Renales: Cómo Prevenir y Tratar esta Dolorosa Condición

Un enemigo silencioso que puede causar un dolor intenso

Como urólogo, una de las condiciones que más frecuentemente atiendo en consulta y urgencias son los cálculos renales. También conocidos como “piedras en el riñón”, estos pequeños cristales sólidos se forman por la acumulación de minerales y sales en las vías urinarias, y pueden generar un dolor muy intenso, conocido como cólico renal.

El dolor por cálculos es muchas veces descrito por los pacientes como uno de los más severos que han experimentado en su vida. Es importante entender que, además del dolor, los cálculos pueden comprometer la función renal si no se tratan adecuadamente, por lo que un diagnóstico oportuno y un manejo adecuado son fundamentales.


¿Por qué se forman los cálculos renales?

La formación de cálculos puede deberse a múltiples factores. Entre los más comunes están:

  • Ingesta insuficiente de agua.
  • Dietas altas en sodio, proteínas animales y oxalato.
  • Predisposición genética.
  • Infecciones urinarias recurrentes.
  • Trastornos metabólicos (como el hiperparatiroidismo o problemas con la absorción intestinal).

Los tipos más comunes de cálculos incluyen los de oxalato de calcio, fosfato de calcio, ácido úrico y estruvita (relacionados con infecciones).


Síntomas comunes

Los cálculos renales pueden ser asintomáticos mientras son pequeños, pero al moverse o bloquear el flujo de orina pueden causar:

  • Dolor intenso en la espalda baja, costado o abdomen.
  • Náuseas y vómitos.
  • Hematuria (sangre en la orina).
  • Urgencia para orinar.
  • Fiebre (si hay una infección asociada).

Opciones de tratamiento: precisión y mínima invasión

Gracias a los avances en urología, hoy contamos con técnicas muy efectivas y poco invasivas para tratar los cálculos renales, entre ellas:

  • Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC): rompe los cálculos desde fuera del cuerpo con ondas de alta energía.
  • Ureteroscopía con láser: mediante una cámara delgada que ingresa por la uretra, localizo el cálculo y lo fragmento con láser de holmio.
  • Nefrolitotomía percutánea: en casos de cálculos grandes, se accede directamente al riñón con mínima incisión.
  • Cirugía robótica (en casos muy seleccionados o complejos).

Mi enfoque siempre es seleccionar el tratamiento más adecuado y menos invasivo según el tamaño, la ubicación del cálculo y el estado de salud del paciente.


Prevención: la clave está en los hábitos

Después del tratamiento, la prevención es esencial. Recomiendo a todos mis pacientes:

  • Tomar al menos 2 litros de agua al día.
  • Reducir el consumo de sal y carnes rojas.
  • Aumentar frutas y verduras con alto contenido de agua y potasio.
  • Evitar bebidas azucaradas y con alto contenido de oxalato (como algunos tés y refrescos oscuros).
  • Realizar estudios metabólicos si hay antecedentes recurrentes.

Conclusión

Los cálculos renales son una condición común pero prevenible. Con un estilo de vida saludable y revisiones médicas oportunas, es posible evitar su aparición o recurrencia. Como especialista en endourología, mi compromiso es ofrecer tratamientos seguros, eficaces y personalizados, minimizando el impacto en tu vida diaria y preservando tu salud renal.

Si has tenido dolor tipo cólico, sangre en la orina o antecedentes familiares de cálculos, te invito a agendar una evaluación. Estoy aquí para ayudarte a recuperar tu bienestar.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio